domingo, 14 de febrero de 2010

resumen semana III: la prehistoria

La evolución del ser humano
La Era de los mamíferos
Se calcula que hace 180 millones de años, cuando aún dominaban los reptiles el planeta, aparecieron los primeros mamíferos sobre la Tierra. La multitud de especies de mamíferos que comenzaron a desarrollarse a partir de entonces eran muy diferentes a las que actualmente conocemos y muchas de ellas han desaparecido por completo.
Las cerca de 5 mil especies de mamíferos conocidos en la actualidad se agrupan en órdenes, como son: cetáceos, carnívos, marsupiales, roedores, desdentados, entre otros. De los distintos órdenes, los seres humanos, así como sus ancestros más lejanos, pertenecen al de los primates. Los primates
Para el punto de inicio de la historia de la humanidad empezó con la aparición de los primates, hace unos 65 millones de años. Los primeros de ellos eran unos pequeños seres que empezaron a vivir en los árboles en lugar de permanecer en el suelo, como la mayoría de los mamíferos. Entre las especies que pertenecen a los primates están, además del ser humano, los simios, monos y musarañas. Durante su desarrollo evolutivo, estos primates se hicieron de ciertos rasgos especiales: buena visión, manos con las que se pueden sujetar firmemente objetos y un cerebro relativamente grande.
Por pertenecer a la misma familia, las diferentes especies de primates, en especial monos y simios, guardan similitud con el ser humano. Según algunos estudiosos, el último ancestro común entre el ser humano y el chimpancé, nuestro primo más cercano, existió hace 6 ó 7 millones de años. Después de esta separación apareció el primer , el llamado Australopithecus, que posteriormente dio lugar al Homo habilis, el primer especímen del género Homo, al que pertenecemos los seres humanos modernos. Los cambios en la biología de los primates que desembocaron en los primeros homínidos se dieron en África: en el Este y en el Sur. El cañon de Olduvai, en Tanzania, el noreste de Africa, es uno de los lugares donde se han encontrado los fósiles más antiguos que aportan datos sobre la historia evolutiva del ser humano.
Homínidos
Los límites que señalen el comienzo y el final de los distintos homínidos no son exactos, se calcula que aparecieron hace 4.5 millones de años y se extinguieron hace unos 2 millones de años. Durante mucho tiempo debieron coexistir diferentes tipos, y el final de una especie se entremezcló con las generaciones de otra en el transcurso de miles de años. Los científicos distinguen entre varias especies de homínidos. Todos ellos comparten algunas características básicas:
Pueden mantenerse erguidos y caminar en dos pies Tienen un cerebro relativamente grande en relación con el de los monos Su mano tiene un dedo pulgar desarrollado que les permite manipular objetos.
Australopithecus
El Australopithecus es el homínido más antiguo que se conoce. Australopithecus quiere decir "simio sudafricano" y se estima su antigüedad hasta en 4 millones de años. En 1925, el paleontólogo Raymond Dart descubrió el cráneo de un Australopithecus en Taung, al sur de África. El descubrimiento de este fósil, ancestro del ser humano e íntimamente relacionado con el mono, provocó polémica porque se encontró en África y hasta entonces se había fundado el origen del ser humano en Europa. En lugares cercanos a este descubrimiento se encontraron otras especies de Australopithecus (afarensis, africanus, robustus, boisei), que confirmaron el origen del hombre en África.
Sus restos demostraron que estos homínidos medían más de un metro de estatura y que sus caderas, piernas y pies se aparecían más a los de los seres humanos que a los de los simios. El cerebro se asemejaba al de estos animales y tenía un tamaño similar al del gorila. La mandíbula era grande y el mentón hundido. Caminaban erguidos y podían correr, a diferencia de los simios. Sus largos brazos acababan en manos propiamente dichas, con las yemas de los dedos planas, como las de los seres humanos. Se cree que estos seres eran carnívoros, pues a su alrededor se han encontrado huesos y cráneos que habían sido machacados para extraer el tuétano y los sesos.
Quizá la especie más famosa de Australopithecus es la Australopithecus afarensis, gracias al descubrimiento, en 1974 en Hadar, Etiopía, de los restos de , una joven mujer de la que se encontraron 52 huesos de un esqueleto semicompleto, con una edad aproximada de 3.2 millones de años. Esta especie trepaba árboles pero también podía caminar en dos pies. Durante mucho tiempo se pensó en Lucy como la abuela de la humanidad. Sin embargo, esta especie pudo haberse extinguido sin que a partir de ella se continuaran las ramas de la evolución humana. Un descubrimiento reciente: El Kenyanthropus platyops
El género Homo
La mayoría de los científicos aceptan que hay dos grandes grupos, o géneros, de homínidos en los últimos 4 millones de años. Uno de ellos es el género Homo, que apareció hace 2.5 millones de años y que incluye por lo menos tres especies: Homo habilis, Homo erectus, Homo sapiens. Uno de los grandes misterios de los estudiosos de la prehistoria es cuándo, cómo y dónde el género Homo remplazó a los Australopithecus. Arbol genealógico que representa la posible evolución del hombre. Hace algún tiempo, el diagrama hubiera sido una línea recta, pero en la actualidad los especialistas piensan que la situación fue más compleja.
Homo habilis y Homo erectus
En zonas del este de África se encontraron restos de otros homínidos que existieron al mismo tiempo que los Australopithecus, lo que viene a demostrar que esta especie de homínidos no era la única sobre la Tierra hace dos o tres millones de años. Como los homínidos que se encontraron parecen mucho más "hombres", se les ha puesto el nombre de Homo. La primera especie del género Homo apareció hace 2.5 millones de años y se dispersó gradualmente por Africa, Europa y Asia.
En sus primeras manifestaciones se le conoce como Homo habilis, y tenía una capacidad craneana de 680 cm3 y su altura alcanzaba el metro y 55 cms. Era robusto, ágil, caminaba erguido y tenía desarrollada la capacidad prensil de sus manos. Sabía usar el fuego, pero no producirlo, y se protegía en cuevas. Vivía de recolectar semillas, raíces, frutos y ocasionalmente comía carne. La especie que se desarrolló posteriormente a esta se denomina Homo erectus, hace 1.5 millones de años. La diferencia fundamental del Homo erectus y los homínidos que lo antecedieron radica en el tamaño, sobre todo del cerebro. Su cuerpo es la culminación de la evolución biológica de los homínidos: era más alto, más delgado, capaz de moverse rápidamente en dos pies, tenía el pulgar más separado de la mano y su capacidad craneana llegó a ser de 1250 cm3. También fabricó herramientas, como el hacha de mano de piedra, y aprendió a conservar el fuego, aunque no podía generarlo. Los científicos creen que esta especie se propagó hacia el Norte, por Europa (hasta Francia) y Asia, durante 4 000 años. Esta especie duró diez veces más tiempo de la que lleva sobre la tierra el ser humano moderno. Entre los Homo erectus que se han encontrado restos están el "Hombre de Java" (700 mil años) y el "Hombre de Pekín" (400 mil años). Homo sapiens neanderthalis.
Una o más subespecies del Homo erectus evolucionaron hasta llegar al Homo sapiens, un nuevo tipo físico. Los restos más antiguos del Homo sapiens tienen una edad entre 250 mil y 50 mil años. En sentido estricto se le denomina Homo sapiens neanderthalis: el hombre de Neanderthal. Recibe este nombre por el lugar dónde se encontró el primer cráneo que demostraba la existencia de su especie, en el valle de Neander, en Alemania.
Los hombres de Neanderthal tenían el cerebro de mayor tamaño y el cráneo distinto que del Homo erectus. Su mentón estaba hundido y su constitución era muy gruesa. Esta especie se encontró desde Europa occidental y Marruecos hasta China, pasando por Irak e Irán. Los neanderthales estaban más capacitados y eran mentalmente más avanzados que ningún otro ser que hubiera habitado en la Tierra anteriormente. Esta especie humana vivió la última glaciación y se adaptó a ella construyendo hogares excavados en el suelo o en cavernas y manteniendo hogueras encendidas dentro de ellos. Los neanderthales que vivían en las zonas del norte de Europa fueron cazadores y se especializaron en atrapar a los grandes mamíferos árticos: el mamut y el rinoceronte lanudo, cuyos restos llevaban arrastrando hasta la entrada de sus cuevas, en donde los cortaban en pedazos.
Los hombres de Neanderthal se cubrían con pieles y disponían de mejores útiles de piedra que sus antepasados. Además realizaban una actividad novedosa: enterraban a sus muertos con gran esmero (p.e. en Asia se encontró un niño de Neanderthal enterrado entre un círculo de cuernos de animales). Los muertos no sólo eran enterrados cuidadosamente, sino que también el muerto era provisto de utensilios y comida. Es posible que los enterramientos y los vestigios de rituales en los que aparecen animales señalen los inicios de la religión. Tal vez creían ya en una especie de continuación de la vida después de la muerte.
El hombre de Neaderthal desapareció bruscamente, su lugar fue ocupado por los hombres modernos, hace unos 35 mil años.
Homo sapiens sapiens
Después del Neanderthal vino el Homo sapiens sapiens, que es la especie a la cual pertenecemos los seres humanos modernos. Se han encontrado restos de los primeros miembros de esta rama en el Cercano Oriente y los Balcanes, fechados entre el 50 mil y el 40 mil antes de Nuestra Era. Quizá avanzaron hacia el norte y occidente a medida que retrocedía el hielo. Estos seres humanos también cruzaron el estrecho de Bering, penetrando así en el continente americano y llegaron a Australia hace unos 25 mil años.
Los Homo sapiens sapiens se extendieron por la Tierra más que ninguno de los primates anteriores. Un grupo prehistórico de esta especie fueron los hombres de Cro-Magnon (32 mil años), llamados así por la cueva cercana a la aldea de Les Eyzies, Francia, donde fueron hallados sus restos óseos. Los cro-magnones vivieron la última glaciación y aunque su cerebro no era mayor que el del hombre de Neanderthal, le dieron nuevos usos pues, entre otras cosas, hicieron y mejoraron muchos instrumentos y armas. Los cro-magnones son también los artistas más antiguos. El hombre actual no difiere básicamente ni en capacidad cerebral, ni en postura, ni en otros rasgos físicos, del modelo que la evolución había logrado en el hombre de Cro-Magnon. Para los biólogos, todos los seres humanos formamos parte de la misma especie (Homo sapiens sapiens) aunque hay distintas razas. Las líneas generales de distribución racial se iniciaron en la Prehistoria. Desde el punto de vista físico se pueden reconocer por lo menos cuatro categorías raciales fundamentales: negroide, caucasoide, mongoloide, australoide.
Lo que dio al hombre moderno su control sobre la Tierra no fue su físico, sino su capacidad de aprovechar y transmitir a sus descendientes la información cultural por medio de su inteligencia.
calcula; se ve mejor asi?...

o asi?...

martes 16 de febrero: asesoria Roma Política 2 PM

LA POLÍTICA ROMANA
Los electores romanos eran todos los ciudadanos libres incluidos en el censo, el populus.
El derecho a ser elegido resultaba ser un privilegio reservado únicamente a una parte muy reducida de la población y monopolio exclusivo de la élite social, la denominada nobilitas.
Para ser candidato, candidatus o petitor, era fundamental poseer unas rentas notables, ya que el cumplimiento de cualquiera de las magistraturas llevaba consigo enormes gastos y al contrario de lo que ocurre hoy día, se debían ejercer gratuitamente ya que constituía todo un honor. Además el candidato debía tener nobles orígenes y pertenecer a la nobilitas, y tenía que haber cultivado su imagen social desde los inicios de su carrera política con una activa participación en la vida pública. El candidatus tenia que ser un buen orador, y haber financiando fastuosos espectáculos circenses, gladiatorios o teatrales; así como numerosos banquetes públicos. Debía de conseguir el reconocimiento de sus compatriotas, la popularidad y celebridad en grado considerable para poder disfrutar del apoyo de los personajes más notables de la comunidad y solo así presentar su candidatura con garantías.
Quinto Tulio Cicerón en su Commentariolum petitionis nos acerca a la sociología electoral romana y nos muestra como se podían ganar unos comicios.
Su obra es un compendio de consejos, tretas y tergiversaciones dirigido a su hermano mayor, el popular orador y jurista romano Marco Tulio Cicerón. En el año 63 a.e.c. después de haber ocupado importantes cargos políticos en la provincia de Sicilia, Marco aspiraba al consulado de Roma, la máxima dignidad a la que un político podía acceder. El buen candidato debía estudiarse a sí mismo y analizar su círculo de amistades y su entorno como ciudadano. Necesitaba disponer de un íntimo vínculo con los personajes más influyentes de la sociedad, sin olvidar el cuidado de su imagen en el ámbito popular, para influir en los ánimos de las clases humildes, ni olvidarse de los más jóvenes, especialmente los pertenecientes a la nobilitas. Ya se sabe, quien a buen árbol se arrima...Las posibilidades de victoria estaban estrechamente vinculadas a los amigos. Los estrechos y antiguos lazos de fidelidad y amistad eran muy importantes y se esperaba la devolución de los favores realizados. El candidato debía procurar ver en toda persona conocida a un amigo y tratarlo con suma amabilidad, llamándolo por su nombre, algo que daba la impresión de auténtica amistad. Como en Roma no existían los partidos, la competencia política se limitaba al enfrentamiento entre individuos, quienes variaban su proceder según la coyuntura, lo que provocaba un cambio continuo de alianzas. La búsqueda de nuevas relaciones durante la campaña era algo básico y por todo ello era necesario que el candidato no se ausentase de Roma, que se dejara ver en público y solicitara el voto personalmente con insistencia.
Quinto recomendaba que el aspirante cambiara su lenguaje y sus ideas cuantas veces fuera preciso para aparentar que se estaba de acuerdo con las opiniones de los electores; pero no recomendaba la utilización de un nomenclator, es decir, de un esclavo encargado de susurrar al candidato el nombre de los individuos que le podían ser de interés para estar en condiciones de aparentar que le eran perfectamente conocidos. Era una práctica muy mal vista y penalizada por la ley, pero muy utilizada entre los candidatos en una ciudad extraordinariamente populosa como era Roma, en la que era imposible identificar a todos los miembros de las familias romanas más influyentes. Había que ser generoso con precaución. En la campaña electoral el candidato debía de ser generoso con la familia, los amigos y los conciudadanos, y lo debía demostrar celebrando juegos y banquetes gratuitos o realizando repartos de comida y dinero. Aunque podía llevar a cabo estas acciones personalmente, era más aconsejable hacerlo mediante amigos y así evitar acusaciones de corrupción por parte de sus oponentes, que podrían implicar al candidato en un proceso criminal. Otro recurso que proporcionaba muchos votos eran las promesas electorales. En caso de que su cumplimiento no estuviera al alcance del candidato, lo preferible era no rehuirlas del todo, puesto que la gente solía aceptar mejor una mentira que una negativa total. El candidato también debía analizar las motivaciones de aquellos que expresaban una hostilidad manifiesta hacia su persona para poder mitigarlas. Si era debido a una ofensa, la táctica era pedir excusas, invocar obligaciones ya contraídas y dar esperanzas de beneficios; y si era sin motivo había que esforzarse y pedir sus servicios, hacerlos razonar y esperar. El poder de la palabra era fundamental, una buena oratoria era capaz de persuadir, hacerte ganar el favor de los electores o perder todo lo conseguido. Quinto aconsejaba a su hermano, que se había convertido en el abogado más afamado y solicitado del mundo romano, que durante la campaña no se implicara en asuntos públicos ni en el Senado, ni en los tribunales. Debía guardar la imagen de hombre de paz y ocio ante la nobilitas y de hombre abierto a las novedades ante el resto del populus. Consciente del gran inconveniente que suponía la compra de votos por parte de los candidatos más ricos, Quinto proponía a su hermano no utilizar medios fraudulentos para obtener la victoria y, en cambio, amenazar a estos con involucrarlos en un proceso judicial y perseguir la corrupción electoral.

miercoles 17 de febrero: Cine relax Four Rooms 2 PM AUDITORIO

Sinopsis: Durante una nochevieja en un hotel de Los Angeles, un botones es continuamente solicitado por los ocupantes de cuatro habitaciones. En una se han reunido unas brujas, en otra un hombre apunta con un revólver a su mujer, que está atada a la cama, en la tercera un gángster y su mujer le piden que cuide a sus hijos, y en la cuarta dos hombre se apuestan un encendedor. Género:Comedia Nacionalidad:USA Director:Allison AndersAlexandre RockwellRobert RodriguezQuentin Tarantino Actores:Sammi DavisAmanda De CadenetValeria GolinoMadonnaIone SkyeLili TaylorAlicia WittJennifer BealsDavid ProvalAntonio BanderasLana McKissackPatricia Vonne RodriguezTamlyn TomitaDanny VerduzcoSalma Hayek Productor:Lawrence Bender Guión:Allison AndersQuentin TarantinoRobert RodriguezAlexandre Rockwell Fotografía:Rodrigo GarcíaGuillermo NavarroPhil ParmetAndrzej Sekula Música:Combustible Edison Duración: 93 minutos.

café Formarte: opio en las nubes el mundo de las drogas. jueves 18 de febrero 2 PM AUDITORIO

El uso de drogas no constituye ninguna novedad en la historia de los humanos; desde tiempos inmemoriales hemos utilizado sustancias que nos sirven para evadir la dureza de la vida. De hecho, no hay cultura que no las haya empleado. Hoy, sin embargo, ese consumo ha ido tomando características tan peculiares que lo transforman en un verdadero problema de salud pública a escala planetaria.

La cantidad de muertos que produce, las discapacidades que trae aparejadas, los circuitos de criminalidad conexos, la pérdida de recursos y el fomento de una cultura no sostenible en términos ni económicos ni sociales, hacen del consumo de drogas un cortocircuito con el que todos, Estado y sociedad civil, desde distintos niveles y con grados de responsabilidad diversos, estamos implicados.

Ahora bien: aunque se reconoce que la toxicomanía es un poderoso factor de inestabilidad mundial, en todo sentido, la magnitud del problema en vez de ir aminorando, por el contrario, crece. El uso y abuso de narcóticos es una de las pocas cosas que está expandida como problema (epidemiológico, por tanto: psicológico, social, político, legal) por todos los estratos sociales, golpeando con similar fuerza a niños de la calle y a multimillonarios, en países pobres y en países ricos. Todo esto se sabe, se conoce en profundidad, hay claras razones de su por qué; entonces, casi espontáneamente, surge la pregunta: si disponemos de tanto conocimiento sobre estos factores, tanto de la demanda como de la oferta, ¿por qué no vemos una tendencia a la baja en la problemática? ¿Será que hay grandes poderes que no desean que esto termine? El campo de las drogas es, como pocos, un complejísimo entrecruzamiento de discursos y prácticas sociales de las más variadas; por tanto admite diversos abordajes. Es, sin dudas -en eso todos coincidimos- una herida abierta. La cuestión estriba en por cómo y por dónde actuar: ¿prevención, represión? ¿Se debe poner el acento en la oferta o en la demanda?

Si se observa la magnitud descomunal del negocio de las drogas ilícitas, se comienza a tener una dimensión distinta del problema. Todo el circuito de los estupefacientes mueve unos 500 mil millones de dólares anuales -uno de los negocios más redituables de las actividades humanas, casi tanto como el de las armas, más que el del petróleo. Obviamente eso es más, mucho más que un problema sanitario. Sabemos que esa monumental cifra de dinero se traduce en poder; y por tanto en influencia política, corrupción, muerte. Las secuelas físicas y psicológicas del consumo de tóxicos empalidecen así ante las consecuencias de esta faceta mercantil del fenómeno. ¿Qué pasaría si se despenalizara el consumo de estas sustancias? No debemos olvidar que provocan más daños en términos planetarios el alcohol y el tabaco, negocios que, si bien son muy grandes, están lejos de alcanzar el volumen de los tóxicos prohibidos. El hecho de vetar el acceso legal a las sustancias psicoactivas, en vez de promover su rechazo lo alienta (irrefutable verdad de la psicología humana: lo prohibido atrae, fascina).

Hoy día mucho se hace en torno al combate del consumo de drogas ilícitas; pero curiosamente el consumo propiamente dicho no baja. ¿No puede esto llevar a pensar, quizá con cierta malicia, pero tratando de entender en definitiva el por qué de esta tendencia, qué sucede en definitiva, que hay ’cosas raras’ en todo esto? ¿A la sociedad, a los factores de poder, realmente les interesa la desaparición de este flagelo? ¿Por qué no se despenaliza entonces el consumo? Esto, sin dudas, traería aparejado el fin de innumerables penurias que se dan en torno a este ámbito: bajaría la criminalidad, la violencia que acompaña a cualquier actividad prohibida; incluso hasta podría bajar el volumen mismo de consumo, al dejar de presentar el atractivo de lo vedado, de la fruta inalcanzable. Pero contrariando las tendencias más racionales, estamos lejos de ver una despenalización. Por el contrario, cada vez más crece el perfil de lo punitivo: el combate al narcotráfico pasó a ser prioridad de las agendas políticas de los estados. Eso se anota hoy como uno de los grandes problemas de la humanidad; y ahí están a la orden ejércitos completos para intervenir en su contra.

No podemos menos que abrir algunas dudas ante esto. ¿No será que la anterior Guerra Fría se ha trocado ahora en persecución a estos nuevos demonios? Definitivamente el interés de los poderes hegemónicos, liderados por Washington, ha encontrado en este nuevo campo de batalla un campo fértil para prolongar/readecuar su estrategia de control universal. Como lo está encontrando también ahora en el llamado terrorismo.

El mundo de las drogas es un fenómeno tan especial que tiene una lógica propia: por un lado se automantiene y se autoperpetúa como negocio; por otro se sostiene de fabulosas fuerzas económico-políticas que no pueden ni quieren prescindir de él, en tanto coartada y ámbito que facilita el ejercicio del poder. Al mismo tiempo existen dinámicas psicosociales (consumismo, modas, valores de la sociedad competitiva y materialista, angustia individual de los tiempos modernos) que llevan a enormes cantidades de personas, jóvenes fundamentalmente, a la búsqueda de identidades y reafirmaciones personales a través del acceso a los tóxicos prohibidos, lo cual se enlaza y articula con los factores anteriores. Es, en otros términos, síntoma de los tiempos: el capitalismo hiperconsumista centrado en la máquina y en el fetiche de la mercancía, que ha dejado de lado lo humano en tanto tal, no puede dar otro resultado que un negocio sucio pero tolerado -¿alentado?- que, bajo cierto control, sigue haciendo mover el aparato de la sociedad. El costo: algunos sujetos quedan en el camino, pero eso no desestabiliza tanto el orden instituido; y ahí están las comunidades de rehabilitación para dar algunas respuestas.

Ante esta perspectiva las posibilidades reales de cambiar la situación no se ven fáciles: como sociedad civil -que padece todo esto, y al mismo tiempo, por su existencial angustia, consume drogas- no podemos plantearnos como objetivo sino el luchar por su despenalización. A muchos se les terminará el negocio (no sólo a las bandas de narcotraficantes, por cierto -¿bancos lavadores?, ¿fabricantes de armas?, ¿partidos políticos que reciben recursos de dudosa procedencia?, incluso honestos civiles que son empleados legales de toda esta economía), pero no hay otra alternativa para solucionar un problema que hoy ya es flagelo, y sigue creciendo. Definitivamente quemar sembradíos en el Tercer Mundo no está solucionando mucho.

Marcelo Colussi Periodista, colaborador de La Insignia

fuente: http://www.voltairenet.org/article123585.html

cine foro: 300 viernes 19 febrero 2 PM Auditorio

TITULO ORIGINAL: 300 GENERO: Otro PAIS: Estados Unidos DURACION: 117 Minutos AÑO: 2007 DIRECTOR: Zack Snyder GUION: Zack Snyder, Kurt Johnstad y Michael Gordon INTERPRETES: David Wenham, Dominic West, Gerard Butler, Lena Headey, Rodrigo Santoro y Vincent Regan MUSICA: Tyler Bates SINOPSIS: En el año 480 a.c., durante la batalla de Termópilas, el Rey de Esparta, Leonidas, y su guardia real compuesta por 300 militares tienen que hacer frente al avance del ejercito persa que les supera en número y que está dispuesto a conquistar Grecia. fuente: http://www.abandomoviez.net/db/pelicula.php?film=4469